Ante todo no arrinconar los muebles, pues a veces pensamos que llevar el sofá, el bufete o el mueble auxiliar hacia un esquina dejará más espacio libre. Es falso. Evitar el exceso de adornos y complementos. En pocas ocasiones una gran diversidad de objetos hace de una estancia una zona agradable y tranquila.
Dejar que de manera natural se disponga el pasillo dentro del espacio por el cual se ha de transitar, así podremos ubicar de manera más cuidadosa complementos y detalles.
No sobrepasar las medidas del mobiliario, teniendo muy en cuenta las dimensiones de la superficie.
En las paredes, usar colores que justifiquen el uso de la habitación y que no sean excesivamente contrastantes entre un espacio y otro. Destacar una pared con alguna técnica especial de acabado puede ser un éxito, pero también puede convertirse en un fiasco. Reconsiderar los destaques en paredes de poco fondo. Generalmente los colores oscuros dan profundidad, pero no hay que exagerar, es muy importante el ángulo visual del que se disponga. Considerar la opción de un empapelado adecuado.
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