lunes, 25 de junio de 2012

Mackintosh en casa

Charles Rennie Mackintosh (1868-1928), arquitecto escocés que rompió en formas las ideas del ante modernismo, se instala en La Granada del Penedés 4. Reforma rompiendo con lo anterior. Trabaja con elementos Arts and Crafts y es aceptado por el movimiento Art Nouveau. Son conocidos muchos de sus trabajos en diseño de mobiliario, como la silla Hill House.
Los tiempos de crisis que corren hacen que grandes y respetables empresas de mobiliario toquen su fin, y como consecuencia aparecen pequeñas-grandes joyas del mueble. Si a esto sumamos la suerte de estar en el momento oportuno, nos da la posibilidad de ser dueños de una parte de la historia del mobiliario, este es el caso. 


Espai Mackintosh en el que se centra la atención en dos butacas diseñadas por el arquitecto y diseñador, que no había tenido oportunidad de tocar, y desde luego, sentarme taza de café en mano. Ahora puedo hacerlo. El espacio lo complementan una alfombra de inspiración modernista, un realista óleo del pintor catalán Juan Luis Jardí y un reloj de colección Art déco, entre otros objetos sacados del baúl familiar.

Arquitectura sin arquitectos

Me tomo la libertad de robar este título a mi amigo Marc Chalamanch, pues él ha sabido ver a través de su mirada de arquitecto, un exterior sin barreras que se sostiene en plena sabana de Amboseli. 

















Los vientos arremolinados que caracterizan y dan nombre a esta región, atraviesan la simple estructura que alberga a un par de veintenas de niños que en sus modestos pupitres aprenden a leer y escribir. La naturaleza es sabia. Desde tiempos remotos se levantan estructuras que cobijan a la tribu masai (en principio nómada) de manera sencilla y rápida. Desde hace ya un tiempo, los problemas bélicos y los cambios climáticos les obligan a plantarse, cual vigorosos árboles, en el árido terreno que se les ofrece sin pedir nada a cambio.