lunes, 20 de febrero de 2012

Hablamos de iluminación...?

Luz y espacio se complementan para ofrecer una imagen agradable, relajada, personal. Cada casa, despacho o comercio conforma una especie de paisaje personal, con el que pretendemos atraer, complacer y hacer compartir nuestro día a día.


La calidez, apropiada para hogares y zonas lúdicas y de relax, ha de ser balanceada para que los muebles y complementos destaquen independientemente de la iluminación. Crear puntos de luz es muy acertado en los casos que queramos destacar una pieza. Cuidado, pues si potenciamos mucho este punto el objeto puede perder su encanto. Es conveniente trazar una línea de iluminación que permita diferenciar zonas en el salón, por ejemplo, lectura, televisión, descanso. Los reguladores de voltaje incorporados en los interruptores son una buena arma para lograr ambientes, pero hay que tener en cuenta que al regular la potencia aumenta el gasto energético.

¿Luz fría o cálida? Una constante incógnita que al final se resuelve a gustos personales. Importante no mezclar los tonos, incluso hay que tener en cuenta que dentro de una misma gama hay diferentes intensidades, como la luxe dentro de la gama blanco. Esto es algo a tener presente a la hora de comprar tubos o bombillas de repuesto. No hay nada más poco estético que la mezcla indiscriminada de matices, lo cual da al espacio un aspecto pobre y desordenado, por bien diseñado y acabado que esté.


Existe un tópico muy generalizado para tiendas y espacios comerciales, han de estar muy iluminados. "Con este torrente de luz llama más la atención, se ve desde lejos...", se suele escuchar. Y sí que llama la atención desde lejos una tienda excesivamente iluminada, pero qué pasa con el plano medio o corto. Cada espacio público tiene sus características, y a ellas ha de responder la iluminación. Al tomar un café muchos deseamos una luz tenue, y quizás otros que van a merendar y charlar, a compartir algo que han comprado, o a leer alguna revista o libro, requieren una luz más intensa.
Crear diferentes zonas usando la iluminación crea espacios diferentes, y proporciona al local distintos planos visuales, da movimiento y dinamismo, rompe paredes o columnas, da profundidad. Hacer que el espacio esté unificado en muebles, elementos e iluminación, es una opción muy válida y que responde a intereses específicos, como dar el mismo nivel de importancia a un género expuesto, destacar colores vivos, y atraer la atención sobre determinado género.

No obstante a estas reflexiones, casi todo es válido cuando de gustos y puntos de vista se trata, y para ello podemos plantearnos colocar lámparas de sobremesa, luces indirectas, apliques de pared, lámparas bajas (en suelo) o altas que iluminan directamente el techo, buscando ser redireccionada en todo el espacio. Usar pantallas de tela, acrílicas, de papel, metálicas... cada una tiene una forma particular de proyectar la luz y de crear espacios. Incluso las lámparas con focos vistos tienen cabida en la decoración de casas o locales, sólo hemos de pensar dónde colocarlas. Algo que intento no aconsejar es el uso de ilumina cruadros, no porque tenga nada en contra de este tipo de apliques, simplemente porque dan un aspecto anticuado, no confundir con retro. Una iluminación cruzada, ya sea lateral o de techo, y muchas veces de suelo (según dimensiones y colocación de la obra) puede dar muy buen resultado.


El uso de velas para crear ambientes en la actualidad se asocia a celebraciones puntuales, en las que lograr un grado de intimidad es necesario. Podríamos romper con este tópico y utilizar la cálida luz de las velas en el día a día, siempre y cuando tengamos cuidado y seamos precavidos ante posibles accidentes. Y hablando de velas, sugiero que una vez colocadas en un candelabro o soporte a manera de decoración, se enciendan  y dejen quemar ligeramente, lo justo. El aspecto será mucho más agradable y cotidiano, y puede que hasta más elegante.


 Para resumir un poco el concepto vela-iluminación, me tomaré la libertad de referir una tienda en calle París, en Barcelona, en la que se expone el género que trabajan de una manera ideal, a media luz; así exponen velas y candelabros -de una amplia variedad- en un espacio acogedor y real, el espacio de la media iluminación, que es la manera en que en casa deberíamos disfrutarlos. Esta tienda, A media luz, tiene un 10 en iluminación, y algo curioso, también llama la atención desde lejos y hace que crucemos la calle.


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